Mariposas en el estómago. Una llamada, una cita. Una dirección en pleno centro de la capital, un día cualquiera para millones de personas. El día señalado, la hora exacta. Las ganas de un momento frente al tiempo perdido. Nervios, muchísimos nervios. Un sueño a punto de cumplirse. Desesperación, frustrante, buscas como si reclamases tu vida. Por fin. Lágrimas, euforia, un segundo eterno. Miradas cómplices; el plan ha salido a la perfección. Una fusión invisible, un alma muchos cuerpos.
Baloncesto puro y
baloncesto
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